Cualquiera diría que un amigo es aquel en quien podemos confiar, el que nos muestra su lealtad en los momentos difíciles y nos escucha cuando lo necesitamos. Cada quien conoce a sus verdaderos amigos y sabe por qué puede darles ese título. Nadie sabe cómo convertirse en el amigo ideal, sin embargo, un amigo se diferencia del resto de los conocidos porque a pesar de las circunstancias permanecen a nuestro lado incondicionalmente. El requisito principal para ser un amigo es nunca descuidar al otro.
La amistad está compuesta de varios elementos como los siguientes:
- ALGO EN COMÚN: Para que la amistad sea verdadera, debe existir algo en común y, sobre todo, estabilidad. El interés común puede ser una misma profesión, una misma carrera, un pasatiempo en común, y la misma vida nos va dando amigos. Dice el refrán Aficiones y caminos hacen amigos.
- TRATARSE Y COMPRENDERSE: Conocer bien al amigo es saber de su historia pasada, de sus quehaceres actuales y de sus planes futuros; y del sentido que da a su vida, de sus convicciones; y de sus gustos y aficiones, y de sus defectos y virtudes. Es saber de su vida, de su forma de ser, de comprenderse; es... comprenderse.Comprender al amigo es meterse en su piel y hacerse cargo.
- DESINTERÉS: Para que una amistad sea verdadera, no basta con caerse bien, hay que dar el paso definitivo: ayudarse desinteresadamente, sin esperar nada a cambio. Al amigo se le quiere porque él es él y porque yo soy yo. La amistad se orienta hacia el tú y consiste más en un servir que en un sentir.
- LEALTAD: No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser leal supone ser persona de palabra, que responda con fidelidad a los compromiso que la amistad lleva consigo. Leales son los amigos que son nobles y no critican, ni murmura, que no traicionan una confidencia personal, que son veraces. Son verdaderos amigos quienes defienden los interés y el buen nombre de sus amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario